Lechuga Sucrine – 1000 semillas

Descripción

La Lechuga Sucrine es una variedad pequeña y compacta, conocida por su textura crujiente y sabor dulce y suave. Sus hojas son gruesas y de un verde intenso, lo que le permite retener más humedad, y tiene un corazón tierno. Es una opción popular en ensaladas y guarniciones por su sabor distintivo y su frescura.

Características

Familia: Asteraceae

Nombre científico: Lactuca sativa var. sucrine

Nombre común: Lechuga Sucrine, Lechuga Baby Gem

Etimología: Lactuca proviene del latín, haciendo referencia al látex lechoso de la planta. «Sucrine» se deriva de la palabra francesa «sucre» que significa «azúcar», haciendo referencia al dulzor de esta lechuga.

Especie: Hortaliza de hoja, anual

Origen: Mediterráneo

Temporada: Primavera y otoño

Floración: No florece en cultivo, ya que se cosecha antes de la floración

Tipo de tierra: Suelo fértil, suelto y bien drenado

Clima: Climas templados y frescos

Riego: Regular, evitando encharcar

pH de la tierra: Neutro a ligeramente ácido (6.0-7.0)

Resistencia: Moderada al frío, pero sensible al calor extremo

Follaje: Hojas compactas y de textura crujiente, color verde claro

Exposición solar: Pleno sol a semisombra

Temperatura óptima de germinación: 15-20°C

Propiedades

La Lechuga Sucrine es rica en nutrientes, siendo muy beneficiosa para la salud:

Contiene vitamina A y C, lo que la convierte en una buena fuente de antioxidantes.

Aporta fibra, ayudando en la digestión y promoviendo la saciedad en las comidas.

Posee minerales como el potasio y el magnesio, que son beneficiosos para la salud cardiovascular.

Observaciones

La Lechuga Sucrine es conocida también como «Baby Gem» debido a su tamaño compacto y su sabor suave.

Al ser muy compacta, retiene más humedad que otras variedades, conservando su frescura por más tiempo.

Es una de las lechugas más apreciadas en la alta cocina por su textura firme y su sabor dulce, lo que la hace ideal para platos frescos y ligeros.

Germinación

Para germinar la Lechuga Sucrine:

Siembra las semillas superficialmente en un suelo fértil y bien drenado, en primavera u otoño.

Separa las plantas unos 20 cm entre sí para asegurar un buen crecimiento.

Mantén el suelo húmedo pero sin encharcar y asegúrate de regar regularmente en periodos secos.

La cosecha estará lista en 8-10 semanas aproximadamente, cuando el corazón esté bien formado.